Sobre opiáceos, té, amor y otras drogas.

domingo, 8 de febrero de 2015

El alba.
La canción que muchos escriben.
La poesía que muchos anhelan.
El sentimiento que rompe almas...
Las hace volar.
Cerremos los ojos, sintamos la vida.
El cielo que, en sincronía, se despeja.
Pero se llena de suspiros.
Cambia el color, cambia el sueño.
Los desvelados lo miramos con cariño.
Sentarse a observar cómo cambia la vida en minutos.
Así era, ¿verdad?
Lo que quisimos y no fue.
Lo que fue y no quisimos.
Todo eso pasa en la mente cuando ves las gotas de rocío en el pasto.
Sentados.
Tranquilos.
¡No llores!

Mistress Loveless.

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