Sobre opiáceos, té, amor y otras drogas.

sábado, 28 de febrero de 2015

A veces me pregunto si servirá de algo...
Darte mi ser infinitamente...
¿Tan solo por una sonrisa?
No, no es eso...
Es tu sonrisa.
La tuya.
La más deslumbrante que vi en toda una vida.
Toda una vida oscura.
Te extrañé mucho, ¿sabés?
Y creo que estoy volviendo a vos otra vez.
¡Me siento feliz!
Feliz, pero aterrada.
Había olvidado porqué dejamos nuestros encuentros.
Ellos así lo querían también, ¿te acordás?
Nadie te odiaba más que ellos.
Yo te amaba.
¿Por qué te extinguieron así?
¡Si yo te extraño a cada minuto!
Te recordé siempre...
Por favor, dormí conmigo cuando dejo un espacio en la cama.
Tomá mi mano cuando la extienda.
Acariciame la mejilla cuando la ofrezca.
Llena de lágrimas...
¡Qué palabras egoístas!
¿Tengo tu perdón?
Te amo, te amo, te amo.
Fantasma.

Mistress Loveless.

sábado, 14 de febrero de 2015

¿Cuánto de un todo arriesgarías por saber un poco más de una verdad vacía?
Todo es en vano.
Desvelo.
Agonía...
Me parece una palabra distante ahora.
Como tus palabras en mi voz.
Es así, no confundas.
Libre.
Salvaje.
¡Jaula!
Amor y odio. 
Línea delgada.
Lluvia y muerte.
Vida.
Cielo.
Tierra.
Lágrimas y anhelo.

Mistress Loveless.

jueves, 12 de febrero de 2015

Los sonidos son tantos...
¡No te escucho!
¡No puedo escucharte!
Pero te temo sin verte.
Aunque me gustaría saber dónde estás.
Ahora.
Me atormentás y te vas riendo.
Y yo quedo desolada.
Con marcas en mis manos.
Tu esencia, el ácido más agresivo.
¡No darías tregua ni al amor de tu vida!
Porque aquí estoy, y todavía te desconozco.
Tu mirada fría me causa temblores.
No puedo escucharte sin llorar.
Te acercás y muero.
Pero moriría si te alejaras. 
¡No entiendo tus palabras!
Enterrame viva.
Sería menos el sufrimiento...
Una vida en tu piel.


Mistress Loveless.

domingo, 8 de febrero de 2015

El alba.
La canción que muchos escriben.
La poesía que muchos anhelan.
El sentimiento que rompe almas...
Las hace volar.
Cerremos los ojos, sintamos la vida.
El cielo que, en sincronía, se despeja.
Pero se llena de suspiros.
Cambia el color, cambia el sueño.
Los desvelados lo miramos con cariño.
Sentarse a observar cómo cambia la vida en minutos.
Así era, ¿verdad?
Lo que quisimos y no fue.
Lo que fue y no quisimos.
Todo eso pasa en la mente cuando ves las gotas de rocío en el pasto.
Sentados.
Tranquilos.
¡No llores!

Mistress Loveless.