Sobre opiáceos, té, amor y otras drogas.

domingo, 26 de julio de 2015

¿Olvido?
¿Es eso lo que queremos junto con el corazón roto?
Yo no lo creo, Señor.
¡Siempre le hablo a usted, perdóneme!
Pero es que se presenta usted en mi mente.
¡Perdóneme!
A mí y a mis osadías.
Hablar con gente, recomendarles la vida y la muerte.
¿Quiénes somos nosotros para poder definir los términos de otra libertad?
Si solo cuando termina la mía comienza la suya...
Bueno, eso es lo que me enseñaron siempre, ¿está mal acaso?
Si rompo jardines enteros intentando entenderte.
¡Y entenderme, que es más difícil!
¿Quiero correr lejos?
¿Quiero correr hacia usted?
A veces me cuesta separar el tumulto de pensamientos que hay en mi cabeza.
A veces me cuesta concentrarme en la vida...
¡Y es que se me hace difícil, Señor!
Si lo tengo a usted, pero existe éste, y aquélla, ¡y todos ellos!
Somos todos uno, pero de a uno no servimos.
¿Eso era la empatía? 

Mistress Loveless.

viernes, 17 de julio de 2015

"Árbol de la vida guiado por los ojos de la muerte".
¡Parece cuentito de memoria hablar sobre esta dicotomía existencial!
Pero uno escribe sobre lo que le intriga.
Sobre lo que le interesa...
Me intriga la vida.
Me interesa la muerte.
¡Y uno que tiene que escuchar esto se enoja con una muchacha que solo escribe!
Y sí, aunque me aten las manos, me cosan la boca y me peguen los ojos, mi cabeza nunca va a dejar de funcionar.
¡Qué ingratitud!
¡Qué hipocresía!
Las mentes son la duda eterna.
Y su funcionamiento anormal, el eterno encierro.
Yo les digo hoy que nadie tiene el derecho de determinar quién está sano y quién enfermo.
Las rejas son violencia...
¡Las rejas son violencia!
Los niveles de serotonina cambian con la sangre.
¿Eso es un pecado?
¡A pudrirse en la celda!
La vida es tan extraña, Señor.
A usted se lo digo sin miedo, ¡pues encuentro más sentido en la muerte!
La muerte siempre es así, nunca cambia...
Pero nadie sabe a dónde te lleva su dulce voz.
Quizás arriba.
Quizás abajo.
No lo sé, ¡no lo sé!
Amor, no me encierres como a tus miedos...
Dejame correr salvaje por este camino que no logro entender...
Solo así podría descifrarlo.
¡No dejes que me pudra sola en algún lugar entre cuatro paredes!
No nos dejes allí...
A todos nosotros...
No tengas miedo.
No lo tengas más.
Nunca más.
En esta vida...

Mistress Loveless.

Mujer, ¿quién te dio permiso de hablar?
Mujer, si me gustas más cuando te hallas en el silencio. 
Calla, que aquí nadie te entiende.
Que aquí nadie quiere escucharte. 
Mujer, ¿por qué te metes en lo que no corresponde?
Mujer, no huyas de mi certero puño. 
Calla, que aquí la violencia reina. 
Que aquí a nadie le importa tu sangre. 
Mujer, ¿por qué estás gritando? 
Mujer, nadie te oye en tu agonía. 
Calla, que aquí nadie te hará caso. 
Que aquí todos están ciegos. 
Mujer, ¿qué susurras al Cielo? 
Mujer, no hay nada allá arriba. 
Calla, que aquí a nadie le importas. 
Que aquí estás mejor que allí abajo. 

Mistress Loveless.