Sobre opiáceos, té, amor y otras drogas.

sábado, 13 de junio de 2015

Esperé una señal en mi ventana.
Mi torre, alejada del mundo.
Un espejo que me mostraba más el Cielo que el Infierno.
Por él vi sus ojos, y sus ojos vieron por mí.
¿Y si la vida avanzaba con mis años intactos?
No sentía mi belleza realmente desaparecer.
Veía huir de mis tierras a los forasteros.
¡Un monstruo!
¡Adefesio!
Y entonces, ¿qué mostraba mi espejo?
¿Acaso él reía sobre mi llanto?
Del otro lado, vi a una mujer.
Pelo rojizo, ojos miel.
Vestido de seda, verde y rojo.
Pero el  espejo mostraba una realidad...
¿Pelo rojizo, ojos miel?
Y entonces... Mi vestido de seda era solamente verde.
Mi vientre hinchado con las piernas de sangre.
Un grito desgarrador.
Más miedo que dolor.
Vi sus ojos, los míos y el espejo.
Vi los ojos cerrados de alguien que no fue.
Esperé una señal en mi ventana.
Mi torre, alejada del mundo.
Un espejo que me mostraba más el Cielo que el Infierno.
Donde nadie me oyó gritar.

Mistress Loveless.