Qué cósmicas nuestras miradas.
Tentando al vacío con tus lágrimas.
¡Ay, si lo supieras!
Que mi visitas no escasean en tu vejez.
Que la vida misma me puso acá, en este tablero.
¿Y quién soy yo para juzgar a la vida con solo palabras desoladas?
¡Ay, que si lo supieras!
Nunca me habrías pedido que bajara, con vos el camino es solo hacia arriba.
Adelante.
Al Cielo.
Pero... El Infierno...
La tentación y el juego mutuo.
¡Y la vida, mi amor, arde más que las llamas eternas!
Y el rumbo del viento...
¿Es que acaso existe?
Son solo alardes de una vida sin brillo.
Pero tu mirada...
Lago profundo que no querés salir.
Y que revalsás de nostalgia.
Siempre andarás en mí...
Siempre andarás.
Mistress Loveless.